ESTAS LINEAS

Voy surcando millones de galaxias.

Atravesando el océano ya sin miedo,

A perder mis limitados y rotos huesos,

Por que ya no pueden alcanzarme,

ni convencerme.

Seré luz en la aurora,

aunque no me conozcas

Seré cenisa en un lago,

Entonces retornara el ciclo de los cielos,

Volando errante.

Surcando lo efímero,

Superando este dialecto,

que nos dejo estas jaulas.

Todo fluye, como este corazón, como estas lineas

ALEJANDRO GATELL

MUJER DE SAL

Camino por tu arena

mar de los cielos

Se me antojo pedir un deseo al alba

y aparecieron tus huellas

Entonces respire tus bocanadas

como inmaginando tus mejillas

Me acaricio tu perfume

y mi alma volaba

y no era por criterio sino por fe en el encuentro

que me aventure tras tus pasos

Ya te haces blanca espuma

empezando a acariciarme como en un sueño

Me llamaste desde tus entrañas

y mi corazón se apronto dentro

nadando, amando, partiendo en tu ser

Mujer de sal.

ALEJANDRO GATELL

ARAPO

Como acaricia el viento su espalda mojada

El hombre de arapos, mismos como banderas

de algún país paria

Eximido de los dioses

El hombre acampa sus bolsas

Debajo de la misma lluvia

que mi techo me protege.

Quiera bajar un ángel

una caricia en forma de botella.

Así pasa por mi calle,

como un fantasma despojado por la lluvia.

Entonces me quede pensando

Sobre el sueño de los grandes.

Por que parece que no nos separa nada de ellos.

Entendí entonces, la importancia

del caminar buscando un descanso.

ALEJANDRO GATELL

PRELUDIO

Se abrió un camino de magia

y ante mi ser te presentastes

Estabas con un aire de pájaro

y soles en primavera

Así mi corazón late ante

tus palabras tiernas

y mis manos se extienden

como las de un niño huerfano ante el amor.

Dure lo que dure, mi amor caminara sincero

como volara alto y sin miedos.

Dejo esta luz prendida

para que entres en mi espacio, ayer, vaciado por el otoño

hoy plagado de multitudes de tus abrasos

ALEJANDRO GATELL

ENTRE MI PECHO Y MI GUITARRA

Dice la calle que no estas

También se rumorea en el conventillo

Pero siento que sentado frente mio

Un poco de vino en una jarra

Un acorde en el silencio

Cayó una cortina delante nuestro

y se acabo el tiempo

Pero mis ojos se nublan como la tarde

Che, vos , viejo

que corrías detrás de tus sueños

La cancha el domingo esta llena

Y no admite un tablón sin tu presencia

Si vos viejo, decime que es una joda

Quiero escuchar tus pasos

pero la noche me arrima un silencio

Y siempre te tengo entre mi pecho y mi guitarra

ALEJANDRO GATELL

SENDERO

Un sendero bajo mis pies

donde las piedras son etéreas

solo tu recuerdo me acompaña

y deja desvanecidos ropajes

No se del comienzo ni del fin

Controlo mi respiración

y el cielo me provee de agua, aire, sol y alas

Escribiré el instante en esta hoja

para dejarle mi poema a la aurora

Por que me di cuenta que de nadie soy hijo

y no tiene fronteras mi mirada

Y si al frenarte en una acequia

encuentras estas palabras

también estarás de viaje

a un insólito paraje.

ALEJANDRO GATELL

EL RIO DE LAS LAGRIMAS

Acercate al río

poné tus pies en el agua

Sentí que el curso guia tus sentidos

Cortá una rama

evocala como una pena

y arrojala al cause

veras que se irá

llevándote tus cargas

y si cae una lágrima

se habrá transformado tu dolor,

en muchas almas

que corren por el río

bañando a otros pies

ALEJANDRO GATELL

CURUZÚ CUATIÁ

Monte a orillas del paraná, ronda el curuzú, en la noche protegido por la luna, esconde sus huellas de los perros y cercos de los humanos, ayer amigo de la selva, hoy enfrentado por las fronteras de la tierra. Con un recuerdo de rabia el curuzú le parece escuchar en la espesura ese mismo respirar de perro, se esconde hasta que olfatea que el perro deja huellas de sangre.

Al acercarse ve que es una perra preñada y herida rumbo a la orilla del rió, sigue sus pasos pensando en venganza, veneno que le había enseñado el hombre.

A orillas del rió ve como esa perra duele al parir cinco cachorros que inmediata mente se vuelven huerfanos. después de ver la perra muerta se acerca y huele los cachorros entonces entraba la noche y el curuzú acurruco a los cachorros todo se había trasmutado y la luna del paraná fue complise.

ALEJANDRO GATELL