sábado, 14 de agosto de 2010

ARAPO




Como acaricia el viento su espalda mojada

El hombre de arapos, mismos como banderas

de algún país paria

Eximido de los dioses

El hombre acampa sus bolsas

Debajo de la misma lluvia

que mi techo me protege.

Quiera bajar un ángel

una caricia en forma de botella.

Así pasa por mi calle,

como un fantasma despojado por la lluvia.

Entonces me quede pensando

Sobre el sueño de los grandes.

Por que parece que no nos separa nada de ellos.

Entendí entonces, la importancia

del caminar buscando un descanso.


ALEJANDRO GATELL

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