
Como acaricia el viento su espalda mojada
El hombre de arapos, mismos como banderas
de algún país paria
Eximido de los dioses
El hombre acampa sus bolsas
Debajo de la misma lluvia
que mi techo me protege.
Quiera bajar un ángel
una caricia en forma de botella.
Así pasa por mi calle,
como un fantasma despojado por la lluvia.
Entonces me quede pensando
Sobre el sueño de los grandes.
Por que parece que no nos separa nada de ellos.
Entendí entonces, la importancia
del caminar buscando un descanso.
ALEJANDRO GATELL
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