Una mañana de julio, muy
fríapasaba por enfrente de un negocio de juego.
una imagen me
sorprendió.
un perro en la
vereda, agonizando, entre el
frió.
con temblores y maltratado.
la gente pasaba indiferente, me
tenté a ser uno mas.
pero en mi se
despertó la
compasión.
busque ayuda en un lugar que
conocía.
pare a distintos
vehículos.
nadie me escuchaba.
el
frió era terrible.
lo acaricie, le dije. No te abandonare, me quedo con vos pase lo que pase.
la indiferencia y la soledad eran indescriptible, me
ayaba como un idiota, pero no me importaba.
pedí en el negocio agua, intente
dándole de a poco,
reacciono mirándome, me ilusione.
vamos te podes salvar,
eleve mi plegaria de una forma
desparedado, e intentaba comunicarme con mi mujer.
puf , horas en el
frió le puse mi campera, si
así, la
única campera de invierno que tenia,
por que vale aclarar que me dejaron pobre en la vida.
pero no importa, lo
importante era
asistir a ese ser.
al fin mi mujer vino, me miro
compasivamente, yo no tenia ni un centavo en el bolsillo.
ella tampoco. pero
teníamos una tarjeta de
crédito.
no importa nos endeudamos, lo llevamos a una veterinaria.
lo cargue con mi campera entre mios
brasos, sus huesos se
rompían,
camine como el señor esas cuadras, con un dolor
inexplicable.
pero
había que llegar que importaba la sed el hambre el sueño y el que
diran.
El veterinario nos dijo que era tarde, que nos
fuéramos a descansar y que
viniéramos por la tarde, que
después veíamos el tema del pago.
a la tarde fuimos,
había fallecido. el veterinario nos dijo no les cobro nada por lo que hicieron.
gracias doctor, pero nos
pidió que nos
encargáramos del cuerpo.
lo llevamos envuelto en mi campera, en un tacho de basura lo dejamos.
entonces escuche.
dale un nombre.
le puse julio.
nunca voy a olvidar ese momento tan
difícil, pero
descubrí la
compasión.
que no hay dudas que uno puede ayudar por ayudar movido por un sentimiento
genuino.
lo
demás es
anécdota.
le pido que descubran la
compasión, donde menos se lo
inmaginen.
eso es descubrir todo.
gracias...
ALEJANDRO ESTEBAN
GATELL