
Creí por un instante verte.
Entre nieblas con olor a pasado.
Preste mis sienes al frió, y escuche la voz como un sabio.
A veces no hay que pedir, solo se trata de sentir.
Contemplando tus pies descalzos, me atreví a levantar mi mano.
Junte unas ramas. Prendí fuego, acaso para sacar la neblina.
El fuego en su mirada. Disipando todo ensueño.
ALEJANDRO GATELL
No hay comentarios:
Publicar un comentario